Si ud es un lector frecuente se acordará de la sra. de los sandwich de miga (ver link). El caso es que ya sabemos el nombre, se llama Nelia. Por mala suerte, también sabe el mío. Y aquí vamos con otra picardia. A veces cuando llaman por tel. para quejarse o buscando al encargado siempre les digo que se comuniquen más tarde y pregunten por M. Esté es el cajero de la tarde y obviamente no puede solucionar todos los problemas. Pero no me gusta que conozcan mi nombre,
Sea como sea, Nelia me llamó el jueves y me retó: "nene, si alguno no tenes me lo reemplazas por uno rico y fresco". Acá ya se me cae la careta de hijo de su madre, no sólo le cambio los sabores a la pobre sra sino que le voy mechando entre nuevos y no tan nuevos. Ojo, la heladera de exposición es así, al azar. Igual que las tortas, la que toca, toca. La filosofía es que si está en exposición se puede comer.
Ya pasado una semana de mi aniversario, pasó a visitarme un inspector. Le dije mire señor la casa está en orden, llévese un billetin que le invito yo y no me rompa las pelotas que estoy sólo en la caja. Si, querido lector, siempre temí de que fueran más sinceros los trabajadores del Estado. Pero son blandos como madera balsa.
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