Wacho, no tengo idea de nada. Ayer me pegue una alta depresión por las multas que tengo que pagar. Por boludo, me repito. Lo de siempre. No hago nada. No activo una solución Dejo que todo fluya hasta que. Y si. Hasta que explote. La solución siempre viene de un tercero. Yo me adapto, me culpo. Me acómodo y pago las consecuencias. Tuve un par de mails con citaciones con el controlador de faltas para ver las infracciones que tenía. No le di importancia. Como a todo. Yo lo cajonie hasta que no quede otra opción que resolverlo. El controlador actuómás rápito. De oficiom ne dijeron. Si este boludo no viene, no va tener derecho a replica. Y eso que tengo una multa que podía haberla discutido. Pero ya es tarde. Todo es tarde. Tengo más boletas que pagar que dinero en el banco. No es una novedad. Tampoco hago nada ahí. Los números se achican cada vez más rápido. Veo el peligro. No me escapo. Estoy esperando la muete en mi peor versión. Y este vortice si que es fuerte. Nada me tomo tan en serio. Este blog era una vez por semana. Lo que me cuesta realmente que suceda eso que algunos llaman constancia. Siento que me engaño a cada rato. Mis pensamientos, no coinciden con mis actos. Intente tener una cita con un orientador de salud mental. Nunca me atendió. Sólo se que no quiero convertirme en lo que no quiero ser. El vortice gana por afano. Soy todo lo que no quiero ser. Y espero, que alguien me traiga la solución. En un acto inusual, busque otro turno. Tengo para el viernes próximo. Es hora de empezar a verbarlizar. A buscar. Vale caer. Vale amar al vortice. No puede ser que sea sólo eso mi paso por acá. Hay algo más. Estoy seguro. Me da bocha de ansiedad salir a buscarlo. Me quedo wacho con lo que tengo. Cada una en la suya. Yo muy en la mía. Que si me apuras, no quiero quiero estar en otra.
