El finde lei en un newsletter ( ? ), creo que el único que disfruto, hablo del " diario de la proscastinación ", una idea de que el que escribe, él, no yo, que nunca pierde las cosas.
Este fin de semana, ate una bandana negra, a la mochila negra. No sé si fue el sábado o el domingo. Pero hoy, lunes a la mañana, ya no está. Y no es lo único que perdí este año. Hace dos meses, y unos días, perdí una campera rompe-viento nike que amaba. No por linda, sino por funcional. Esas prendas de ropa que nunca te dejan de garpe y sirven para todas épocas del año. En realidad, no sé si se me cayó de la bolsa o me la robaron. De hecho, pasaron un par de días hasta descubrir que ya no estaba. Ya no me acuerdo si fue un día de lluvia en el que reveló la ausencia. La falta de memoria es otra perdida que no estoy dispuesto hablar sobre ella
Es un poco un miedo y una realidad. Ayer perdí la percha con ganchitos, en la que cuelgo los calzones y las medias para que se sequen. Me pregunto, ahora, sobre el estado las cosas. La percha ya estaba perdida o sólo se perdió cuando la necesite y no la encontre. Hubo un tiempo que no me gustaba escribir preguntas. Pero me di cuenta que me cuesta responder y ser espontaneo. Tal vez, el ejercició que debería hacer es escribirme más preguntas e irlas contestando como pueda. Entonces, qué cosas necesitas y no encontras ( ? ). El viaje en subte se está terminando. Todavía no pude inbalnar redondear la idea que se me ocurrió mientras escribía en mi propio contacto de whatsapp. Preciso encontrar una app para escribir. El notes no me termina de convencer. La pregunta que me hice se materaliza en un problema técnico. La idea, en realidad, es una relación de conceptos, en lo perdido y lo roto. Entendiendo, este último como implosibilidad de restauración. No quiero listar todo lo que tengo roto porque, en cierta manera, me deprime. En parte, existe una impotencia intrinseca. Una regla de oro. Las cosas se rompen. Con eso no se puede pelear. Pero no es tan sencillo y directo aceptar la premisa. Ya que resisto todo lo que puedo. Ahora mismo, tengo un jean roto en la entrepierna y unas zapatillas sin posibilidad de mejora. No voy a negarlo, hay algo ahí que compone un estilo. La tensión es importante. La tensión es el contraste. Dejo acá. Otra vez me copie del newsletter que mencione. Sin antes, remarcar el hecho de que escribi este texto en dos días diferentes. Es importante este detalle. No lo sé. Tampoco sabre si todo lo demás tuvo algún sentido.
Este fin de semana, ate una bandana negra, a la mochila negra. No sé si fue el sábado o el domingo. Pero hoy, lunes a la mañana, ya no está. Y no es lo único que perdí este año. Hace dos meses, y unos días, perdí una campera rompe-viento nike que amaba. No por linda, sino por funcional. Esas prendas de ropa que nunca te dejan de garpe y sirven para todas épocas del año. En realidad, no sé si se me cayó de la bolsa o me la robaron. De hecho, pasaron un par de días hasta descubrir que ya no estaba. Ya no me acuerdo si fue un día de lluvia en el que reveló la ausencia. La falta de memoria es otra perdida que no estoy dispuesto hablar sobre ella
Es un poco un miedo y una realidad. Ayer perdí la percha con ganchitos, en la que cuelgo los calzones y las medias para que se sequen. Me pregunto, ahora, sobre el estado las cosas. La percha ya estaba perdida o sólo se perdió cuando la necesite y no la encontre. Hubo un tiempo que no me gustaba escribir preguntas. Pero me di cuenta que me cuesta responder y ser espontaneo. Tal vez, el ejercició que debería hacer es escribirme más preguntas e irlas contestando como pueda. Entonces, qué cosas necesitas y no encontras ( ? ). El viaje en subte se está terminando. Todavía no pude inbalnar redondear la idea que se me ocurrió mientras escribía en mi propio contacto de whatsapp. Preciso encontrar una app para escribir. El notes no me termina de convencer. La pregunta que me hice se materaliza en un problema técnico. La idea, en realidad, es una relación de conceptos, en lo perdido y lo roto. Entendiendo, este último como implosibilidad de restauración. No quiero listar todo lo que tengo roto porque, en cierta manera, me deprime. En parte, existe una impotencia intrinseca. Una regla de oro. Las cosas se rompen. Con eso no se puede pelear. Pero no es tan sencillo y directo aceptar la premisa. Ya que resisto todo lo que puedo. Ahora mismo, tengo un jean roto en la entrepierna y unas zapatillas sin posibilidad de mejora. No voy a negarlo, hay algo ahí que compone un estilo. La tensión es importante. La tensión es el contraste. Dejo acá. Otra vez me copie del newsletter que mencione. Sin antes, remarcar el hecho de que escribi este texto en dos días diferentes. Es importante este detalle. No lo sé. Tampoco sabre si todo lo demás tuvo algún sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario