Acabo de salir de una ducha con el agua exrtemadamente caliente. Estoy contracturado. En vez de estirar preferí bañarme y fumar. En ese orden. Al mover la cabeza para el lado izquierdo, siento que me tira. El brazo derecho, el hombro más bien, lo siento cargado. Como con aire. Ni hablar de la espalda. Ese dolor crónico que a veces me permite sentirme vivo.
Intente o, intento, escribir una vez por semana. Mencionar algunas cosas que me pasaron o q pense. Copie y pegue todos los mensajes que fui escribiendo en el celular. Los puedo listar, puedo hacer un texto con todas las frases, puedo sólo usar una palabra, puedo todo, todo el tiempo si estoy inspirado, con ganas y con todos los recursos a disposición. Aunque, a veces, no hace falta ese trinomio. La camara de mi celular es regular. Lo que no me impidio empezar a sacar fotos desde un encuadre diferenrte. Pongo el camara a la altura de mi cintura y disparo sin ver el encuadre. No sé si era así cómo lo hacia el fotógrafo japones de los 80 que mencionó I. Algo.así. Hay una foto que me gusta como salío que la tome en el subte. Las líneas rectas en diagonal me pueden. Es cómo si hubiese dos puntos de fuga diferentes. Me pregunto si existen más de dos puntos de fuga. Soy tan simple a la hora del análisis. Me condiciona y adroctina el binomio.
Vuelvo a leer lo que escribi. Ahora me acuerdo que la semana pasada tuve una energía rara. Creo que abuse de las redes. Y también un poco de no saber que hacer, y que veo que hubo dos días que me fui a dormir temprano. También, entiendo, que tuve una resistencia a no comprar escabio hasta el fin de semana. Cosa que ya no paso esta semana. Ayer tome, el domingo tome, hoy fume, mañana voy a tomar y pasado también. Es más, parece que el sábado va a hacer calor, entonces no hay otra que seguir tomando. Pensar tanto en la birra es un problema. Puede ser. Pero a pequeñas dosis no le estoy haciendo mal a nadie. Un poco a mi cuerpo, tal vez. Aunque no lo niego, un poco de autodestrucción es un acto poético.
Tendría que hablar un poco lo que pasó. El sábado a la mañana lo fui a usar y me encontre con el vidrio del ventiluz roto. Adentro, uno de los asiento traseros estaba desplazado para adelante permitiendo entrar al baúl. Entiendo, más bien I me explicó, que seguramente quisieron llevarse la rueda de auxilio no puedieron. Se llevaron unas reposeras y una gorra. A veecs, pienso que fue pura maldad. Que no hubo una clara necesidad. Como si uno estuviera pescando a ver que onda. Lo que no a negar es envidia que me da esa impunidad que tienen de romper cosas para entrar. Porque no hay nada más lindo que tirar una piedra a un vidrio y ver cómo caen. Eso también es un acto poético. El vidrio en ese instante en que se hace añicos. Todos los pedazos que quedan en el piso con formas imposibles de pensar. La sensanción de romper. Ese es mi pequeño pensamiento transgresor.
Intente o, intento, escribir una vez por semana. Mencionar algunas cosas que me pasaron o q pense. Copie y pegue todos los mensajes que fui escribiendo en el celular. Los puedo listar, puedo hacer un texto con todas las frases, puedo sólo usar una palabra, puedo todo, todo el tiempo si estoy inspirado, con ganas y con todos los recursos a disposición. Aunque, a veces, no hace falta ese trinomio. La camara de mi celular es regular. Lo que no me impidio empezar a sacar fotos desde un encuadre diferenrte. Pongo el camara a la altura de mi cintura y disparo sin ver el encuadre. No sé si era así cómo lo hacia el fotógrafo japones de los 80 que mencionó I. Algo.así. Hay una foto que me gusta como salío que la tome en el subte. Las líneas rectas en diagonal me pueden. Es cómo si hubiese dos puntos de fuga diferentes. Me pregunto si existen más de dos puntos de fuga. Soy tan simple a la hora del análisis. Me condiciona y adroctina el binomio.
Vuelvo a leer lo que escribi. Ahora me acuerdo que la semana pasada tuve una energía rara. Creo que abuse de las redes. Y también un poco de no saber que hacer, y que veo que hubo dos días que me fui a dormir temprano. También, entiendo, que tuve una resistencia a no comprar escabio hasta el fin de semana. Cosa que ya no paso esta semana. Ayer tome, el domingo tome, hoy fume, mañana voy a tomar y pasado también. Es más, parece que el sábado va a hacer calor, entonces no hay otra que seguir tomando. Pensar tanto en la birra es un problema. Puede ser. Pero a pequeñas dosis no le estoy haciendo mal a nadie. Un poco a mi cuerpo, tal vez. Aunque no lo niego, un poco de autodestrucción es un acto poético.
Tendría que hablar un poco lo que pasó. El sábado a la mañana lo fui a usar y me encontre con el vidrio del ventiluz roto. Adentro, uno de los asiento traseros estaba desplazado para adelante permitiendo entrar al baúl. Entiendo, más bien I me explicó, que seguramente quisieron llevarse la rueda de auxilio no puedieron. Se llevaron unas reposeras y una gorra. A veecs, pienso que fue pura maldad. Que no hubo una clara necesidad. Como si uno estuviera pescando a ver que onda. Lo que no a negar es envidia que me da esa impunidad que tienen de romper cosas para entrar. Porque no hay nada más lindo que tirar una piedra a un vidrio y ver cómo caen. Eso también es un acto poético. El vidrio en ese instante en que se hace añicos. Todos los pedazos que quedan en el piso con formas imposibles de pensar. La sensanción de romper. Ese es mi pequeño pensamiento transgresor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario