Colmillo

 Mi diente colmillo inferrior izquierdo se está pudriendo. Mientras subó en el ascensor, pienso que debó googlear el nombre técnico. Canino. Acaso no había palabra más perfecta para mi diente infectado. Ahora ya sé, en la próxima visita al dentista artista le voy a tirar el nombre. Aunque imagino que eso no va a cancelar sus ganas de sacar la ficha y empezar a manchar con puntos todos los lugares en los que hay que realizar trabajo de mantenimiento. Esas fichas, con el diagrama de dientes, es arte puro. Abstracto. Conceptural. Claro que si. 

Colmillo en plural es, también, el nombre de una película. Me preguntó si existirá una que se titule Canino. No tengo ganas de detenerme a buscar. Ojalá que algún día el azar me la haga llegar. Mientras, la otra pelicula, la que existe y tiene nombre, es un buen recuedo. De esas historias que te mueven un toque el bocho y te hacen pensar. No se si tanto, pero algo te deja cuando terminas de verla.

Estoy reescribiendo lo que escribi la semana pasada en el cuaderno. Me di cuenta de que me acabó de ir a otro plano. En la tarea de lograr un texto con ritmo y comprensible me olvidé de plasmar la idea primaria. Se ve que al final del texto del cuaderno habla de venntanas del pasado e iniciar el viaje para alejarme de esa vista. Es tan intereante que no me deja más que entenderlo como un acto fallido. Claramente mi inconsitene se eleva sobre mi consciente para decirme que no. Que no estoy preparado para ese viaje. Pero ya no importan los mandatos que me gobiernan. Este ejercicio de escriruta inicia un viaje. Lo se. Esta en mi tener la confiaza del movimiento.