espacios. Hoy me quede más tiempo en la cocina. Tiene un desayunador que casi no usamos. Pero entra mejor luz que en el living. Sobre todo porque yo estoy en el fondo. Casi a oscuras. Además, estar en la cocina generá una sensación de privacidad. El departamento es chico. Con dos personas y un gato habitandolo, no hacemos más que chocarnos.
Hoy M me dijo que era un desocupado. Tiene razón. Me siento como tal. Pero estoy tranquilo. Recién acabo de leer un newsletter de un crítico de cine. Pasó banda de pelis para ver en la gigante roja comunista n. Así que tengo para ver, para leer y para escuchar.
Pero tengo que hacer otras cosas. La casa está sucia. Se junta polvo, pelo de C y uñas cortadas. Limpiamos, sólo cuando hay ganas. Que son pocas. Claramente, lo único que hacemos con resposabilidad militar es stockearnos de birra y vino. Así que estos días, tener la heladera llena es lo más importante. Por ahor, porro hay. Pero ayer ya empezamos a preguntarnos cuándo deberíamos empezar a racionarizarlon (creo que invente una palabra).
Hoy me desperte con el objetivo de no estar tanto tiempo enfrente de la pc. Me puse a escibir una libreta. Pero me cuesta entenderme la letras. Escribir sin ganas. Son meros garabatos indescifrables.
Llegue al punto de ya no saber qué dice. Hay algo que dice que me voy a tomar un vinito. Y no mucho más. Así que a por ello.
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