La puerta del edificio cuando queda abierta suena un alarma. Hoy al salir del departamento. Sonaba la alarma. Al tomarme el ascensor, seguía sonando. Llegue a planta baja y antes de abrir las puertas tome aire. Me cerre la campera, me puse la capucha y me dije que sea lo que dios quiera. No había nadie, sólo otro que no se dio cuenta de cerrar la puerta.
La madrugada me hace poner alerta, más que la noche. Porque la noche empieza y la madrugada finaliza. Y a nadie le gusta los finales.
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