Hay que poner todo en cajas, te das cuenta de que tu vida no puede entrar toda en ellas. Hay algo que se escapa, que se fuga, que queda en el aire.

No me molesto pasar el día con los calzones al revés. Por suerte, uso la mayoría del tiempo boxer. De lo contrario, me hubiese entangado al primer paso. Y un hombre entangado en la parada de colectivo, una madrugada de feriado, solo, no es una buena escena.
Por la tarde, diluviaba y yo con Anacleta. No sabía donde poner el vuelto de la gaseosa que compre y ahí nomas,  "con carpa", se fueron los billetes adentro del calzón  Bailaron con mis huevos durante el paseo. La lucidez llego a mi. Así fue la única manera que encontré de que llegaran, increíblemente, secos a casa. Ancleta es un peligro, más con lluvia. Pero, sobre todo, los semáforos que no andaban provocaban un vértigo insospechado en mí persona. 

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