Tendría que haber pasado antes. Si bien no sé a ciencia cierta cuál es mi postura, siempre me reprocho por no pelear por mis derechos como ciudadano. La mayoría de las veces me siento un ente, preocupado por mi y no por mi entorno. Igual tampoco es que me cueste dormir a la noche por mis problemas, la mayoría psíquicos. Soy como Obelix que de chico ser cayó en una olla con poción mágica. Pero, a diferencia de él, yo tuve una sobredosis de garompa o garomba, como sea. Es decir, todo me resbala, le hago honor al personajes y me queda bien porque somos tocayos.
En definitiva, fui al parque Centenario desde casa, hice dos vueltas y volví. Todo corriendo. Tarde unos 40 minutos, la misma cantidad de tiempo que hago en 8 vueltas grandes a la plaza Irlanda. La cantidad de metros o kilómetros todavía no la averigüé A veces me pongo a pensar que necesito algo más, que no sólo debo trabajar en mi parte aeróbica.
El caso es que me figuraba que me iba a cruzar con un grupo de manifestantes, la mayoría de la asamblea. Pero nada de eso, sólo me tope con la policia de Macri. Uno cada 50 metros, ponele. A cuatro personas vestidas de civil con un chaleco que decía inspectores. Y con un panorama gris. Triste no poder ver las entrañas de un pulmón de la ciudad.
Sigo reflexionando, hay tantos discursos, variables, verosímiles, tensiones, necesidades, posibles hipótesis, manejos. Todos se creen los putos amos y en parte lo son. Pero yo me llamo Fernando. Mejor dicho, fernandito y "me tomo una garompa y todo me chupa un huevo".
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