Puntology sólo de lunes

Siento que este tema, la noche, ya lo hable. Pero la tengo tan delegada que cada tanto necesito verbalizarla y materializarla. Ayer me escape de la oscuridad con un tinto. Hoy no existo. Por lo menos a esta hora. Me atraviesa más una ansiedad por atorarme con un sandwich de milanga que la resaca en si.
Decía que anoche volví a stremear Talk to me por segunda vez. No pude sincronizar los subtítulos. Ya me había pasado antes. De poco, se estaría construyendo el mito de película maldita. Me resigne con un capitulo the The Office en la que van a ver a Andy actuar en una adaptación del musical de Sweenney Tod. Creo que el vino me duro menos que el capítulo. Ultimamente escabio menos paro más rápido y furioso.
Quería hablar de otra parte de la noche. Pero me cuesta llegar a ese punto. Como que me voy poniendo excusas rebotando en trivialidades. Ahora si, yendo en forma de promesa “me gustaría tener una rutina a la noche”. Idealizo cenar temprano, bañarme, ponerme el pijama y quedarme dormido mientras leo un libro o escucho un nuevo disco. Pero nada de eso pasa. Por ahora. Ya que quiero, necesito, que sea diferente. Pretendo ganar algunos días. Ya se que es inevitable caer en las birras. Pero en el mientras tanto, tengo que poder instaurar unos pequeño hábitos. Y lo dejo escrito para no olvidarme. Se que este texo se va a perder rápido. El simple gesto de bajar la idea es lo que va a perdurar en alguna parte de mi cabeza. Ya te contare, querido amigo, si este impulso encontro un cauce.

No hay comentarios: