Puntology o cómo volver al formato texto.

 Es neceseario, me lo pregunto, aprender código Morse en el año del Dragón. La respuesta es no lo sé. Hasta podría decir, sin termor, que no. Y me atrevería ir más lejos, sin certezas, ni back up, para hacerme el erudito y decir que es un lenguaje muerto. Esto abre un universo, hoy en día Lore, desconocido. Me imagino que no se usa más pero quién sabe. Toda está introducción es porque me puse a pensar en su carácter universal. Si dos personas no tienen idiomas en común pero saben el código, se podrían comunicar. Esto es otra pregunta. Acabo de googlear pero no entre a ningún link pero ya se dos cosas. El 27 de abril es el día del código. Y el S.O.S se hace con tres puntos ( destellos cortos ), tres barras ( detellos largos ), tres puntos ( destellos cortos ).

Sigo, jugando, casi todos los días al wordle en español. Hoy perdí. La palabra era bello. La última que pude escribir antes de caer derrotado fue yelmo. Ya casi que es un ritual esto de entrar cada día. Sobre todo cuando llego a la oficina. Es como que me permite iniciar el día. Es el shot de energía que preciso para afrontar lo que, usualmente es, jornadas grises y monotonas. Entre las cosas que dejo la pandemia. En su mayoría heridas ciego. Esto, el juego, es algo bueno. Un recuerdo que no quiero olvidar. Que sigue vivo, mientras que haya conexión a internet.

El que no se siente muy vivo que digamos soy yo, querido amigo. Encuentro pocos momentos de conexión y no salgo del departamento. Es un coctel entre no querer y no saber. Y en esa me quedo sin tomar la inictiva. Me escudo para no hablar de la depresión. Que no se si es tal o sólo una tristeza pasajera. Estos días me volví a sentir sólo. Una sensación que cada tanto reflota. Busco otra palabra. No me alcanza con soledad para describir lo que siento. Hay algo más. Siempre hay algo más. Voy a seguir buscando.

Y entre la busqueda, acaso hay un sinónimo, encontre un pestaña con una busqueda, valga la rebundancia, de Paracelso o algo así. Sólo incognitas tengo. No sé cómo es que llegue a averiguar por ese hombre, hombre alquimista. Hay algo de otro plano que invita a la reflexión, por que no puedo borrar la pestaña y listo. A veces, insisto de que en algún momento va a servir. Caigo en la lógica acumulativa de links. Es otro vórtice. Uno de los tantos.

Elevador  __  2024.02.14





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