Puntology - Random ( Diario de la espera o anti caos )

 1 Lunes

Me vi una película sobre cuerpos poseídos.

Domingo

Diario de la espera. Se podría llamar así estos escritos que de alguna manera puede ser considerado un proyecto. Sólo en parte porque del otro lado mi yo más temeroso se escapa de los planes. Pero no estoy acá para analizarme. No desde una primera intención. Me interesa llagar a conclusiones de cómo vivo teniendo como disparadores mis propios consumos culturales. Que muchas veces son impuestos, pues navego más entre recomendaciones que entre una ruta persona, hecha a mi gusto. Tal vez, el único plano de alguna resistencia es la música.

Ya casi me había olvidado a que vine. Esto, hoy, es la espera. Tengo una media hora y no sabía qué hacer. Un tiempo muerto que, siendo sincero, estuvo acompañándome todo el día. La falta de movimiento y concentración hicieron que una hora se parezca a la otra haciendo que el mismísimo tiempo se estanque. Hoy fue como si estuviese caminando en un lago campo lleno de barro. Todo fue lento y trabado. Por un momento, pensé que esta a saliendo con la lectura de La ilusión de los mamíferos. Pero fue tan poco el tiempo real de estar con el libro que el barro se hizo más profundo. No se si no me engancho o prácticamente no quiero hacer nada. Hay de eso hoy en el ambiente. Sobre todo hoy.

Lunes ( otra vez )

Ya tuve la muestra de las clases de canto. Cante esperando el impacto de la Bb. Antes de seguir. No encontré ningún sinónimo de cantar. No quería escribir canto-cante pero no me quedo otra. Es así. En cuanto siento un poco de presión busco la salida rápida. Tengo un par de palabras más sobre la muestra. Lo bueno es que fui sin problemas. Que pude proyectar mi voz. Que me sentí cómodo antes y después. Que no me molesto olvidarme la letra. Tampoco haber desafinado en una parte. Lo malo es el cuerpo que no estuvo firme en ningún momento. Desde la primera estrofa mi pensamiento fue “qué mierda estoy haciendo acá”. Mi pierna no paro de temblar. No sé qué se veía de afuera. El otro aspecto, que se relaciona directamente es la falta de responsabilidad con el set up. No prepare los pocos elementos para estar cómodo. La letra. Sabía que ciertas frases no estaban solidas en la memoria y no hice nada al respecto. Con el diario del lunes podría haber llevado la letra con las frases claves resaltadas. No haberme tomado ese trabajo me figura un poco irresponsable. La otra cosa, fue la altura del atril. Sabía que estaba bajo y no hice nada. Ahora que lo escribo, se repite el concepto nada. Se acumulan las acciones no hice.

Así ando por la vida. Así quiero que sea este diario de la espera. Porque ahora estoy en el subte esperando llegar. Mi tiempo muerto programado de la semana. Mientras pasa el no tiempo, escribo sobre algo que me paso o que vi o que escuche para poder analizarme. Verme desde otra perspectiva.

Son las 11.11 la hora de J. Vivo rodeado de huellas que dejo. Marcas que no se pueden borrar ni aunque quisiera. Lejos estoy de eso. Es una parte de mi. El lado más luminoso se lo debo a ella. Que no le debo. Ahora este diario se convirtió en una especie de diario íntimo. Porque vine por un impulso y no en la esperar como dije que iba a hacer. Es el ejercicio de liberar el impulso. De soltar esa espontaneidad tan guardada y asegurada.

Martes

Puede que siga siendo lunes. Debería hablar del elefante en la sala. Pero no hoy. No acá. No ahora.

Miércoles

Si te preguntas si vengo a hablar del elefante en el cuarto te diría que no acá. No ahora. La historia se repite. Los días se desvanecen.

Jueves

El caos. El que no tengo y quisiera tener. La teoría sobre el mismo es interesante. Siempre que me cruzo con alguien hablando del tema me quedo diciendo: tiene un punto. Yo me alejo del caos tanto como puedo. Pretendo y hago de los días la estructura más pulida. Me quedo cerca de un limbo. Entre la cordura y la demencia. Porque no entender el tiempo y el espacio es caos. Es un poco estar demente o, sobre mente. Como me gusta llamarlo. Más allá de la mente.

Paso una semana. Me perdí en el caos.

Un sábado.

Definitivamente me perdí en la cotidianeidad de los días. Poco a poco me estoy entregando a un fluir que no fluye. Sigo sin estar persiguiendo al pez dorado. Sigo encarcelado en el mito de capital. Es la primera vez, desde que se fue J que despierto en un lugar diferente. Estoy en la casa de P, en la plata. Este va a hacer un poco mi segundo hogar, por lo menos los fines de semana. Todavía no tengo bien en claro de por qué vine justo a hoy a reflotar este pseudo proyecto. Será que el nuevo lugar me da otra perspectiva. O simplemente quiero que me vean de otra forma. Sea como sea la ficha salta de toque. Y mis temas de conversación son con la palabra terapia como mantra. La que necesito y no hago. Dejo acá. Creo que debería marca con negrita, bold para los WP, lo último. En mi lista de fundamentals no hay chances que no este eso, la relación entre necesidad / hacer.

Me acabo de cruzar con otro fundamental. Lo pondría en la esfera de la producción artística. Dice así: no importa el tema, importa la mirada. La observación y el punto de vista es todo. Es la plusvalía. Es realmente lo que marca la diferencia. Ahi radica mi sentido de alejamiento con la artes, en general. Mi punto de vista es pobre. Todo lo que me rodea es pobre. Y ahora, inmerso en la austeridad, sería bueno preguntarse/me. Escuche un ruido como de llanto llorando y se me fue la inspiración

Ahora es domingo

Tengo una lista interminable de debería. En un rato, me voy al rosedal para olvidarme de todo eso. Tener dos gatos implica jugar más y limpiar más. Siento olor a caca en todo el departamento. En cada cuarto y cada esquina.

Odio los cables pero los necesito. Sigo craneano como puedo tener el mejor set up. Por ahora no estoy conforme. Tampoco es que me este rasgando las vestiduras para conseguir lo que quiero. Si ya me conoces, sabrás que no se lo que quiero. Pero igual sea lo que sea lo necesito. Creo que esta un poco más ordenados los cables debajo de la pc. Unp de mis problemas es el cargador del cel y la música. Voy a dejar acá. Porque lo que seguiría es un item de la lista de debería.

Es un miércoles

pero podría ser cualquier día de la semana. Ayer no hice lo que debía. Hoy me siento culpable.  Podría ser el diario de la culpa. Leo por arriba lo último que escribí. Tengo una nueva lista que es de las compras que debería hacer. Combinan necesidad y capricho. En estos días, bucólicos por demás,  me encuentro alejado de todo. No se muy bien dónde y cómo canalizar el arte que no tengo. Me siento, si otra vez, prisionero por demás de este formato. Del dispositivo celular. Creo, que necesito volver a las bases. La música en vivo y la fotografía. En ese orden. Hasta encontrar el canal.

La última vez

que fui al teatro de flores vi a Divididos. Sé que fui otra vez. Dos veces, seguro. La primera. No sé si a un reci o a bailar. Me raro decir ir a bailar. Esta entre las cosas que no hago, ni quiero hacer. Hoy vuelvo a flores. Estoy un poco ansioso porque, en algún sentido, es un lugar nuevo. La idea era ir con alguien pero no salió. Vuelvo a las bases. Hacer planes sólo.

Es domingo

Y desde el viernes, tal vez antes, volví a caer en un pozo depresivo comiendo mucho congelado.

No hay comentarios: