Al parecer (Día 32 después del anuncio)

todos mis textos podrìan empezar con el adverbio temporal ayer.
 Porque, por el momento, no encuentro espacios de escritura en el
 instante en que gana la necesidad de estar frente a un monitor. 
En otras palabras, venia atrasado tres días y hoy subi lo que pude 
para poder volver a estar lo más cerca posible de escribir en el mismo día.
 Desde ayer, que vengo pensando en rutinas más fuertes y consisas.