De pibe, cuándo me preguntaban que superpoder quería tener, yo constestaba ser invisible. Le tenía mucho miedo a todo. Así que si no me veían, no me podrían atrapar. De más grande, empece a ver mi elección del supoder como una verdadera porquería. Porque la invisibilidad no es suficiente para derrotar a los enemigos, a menos que fuera inteligente. Aparte, no hay ningún personaje de comic, creo, que sea invisible. Que esa sea su arma de destrucción.
Siempre quise formar parte de la realización de una historia de comic. Ya sea guionandolo, publicandolo o, de última, dibujandolo. Nada paso. J tenía un par de Batman en su cuarto. Había uno de esos comic que era tapa dura. Y era algo así como la muerte de Batman. Me atrae el fin de los superheroes. Sobre todos los mitológicos. Los que siempre están. Me interesa saber que alguien más, un otro, los reemplaza. Que el legado sigue intacto. Y, que a su vez, lleguen con fuerza a la pelea final.
Con mi superpoder de invisible, nadie me mataría. Moriría solo en el planeta invisible. Porque de lo que estoy seguro que los comic vinieron a confirmar que hay vida en otro planeta. Sólo lo maquillaron para que lo veamos como algo fantástico. Porque no vemos a nadie volar. De pibe me sentía inferior, cuando alguien respondía a la pregunta con un "quiero volar". Pensaba que el hombre invisible nunca le ganaría al hombre pajaro. Me consideraba un perdedor. Pero más que nada, un sobreviviente. Nadie me haría daño. Hasta hoy en día pienso igual. Nada me hace daño.
Influencias.
Steve Dillon.
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