08.01.2015

Ayer, pero escribo hoy, no me bañe. Si es ayer, entonces mañana es cuando voy a escribir. Vengo del futuro para recordar el pasado. El instante en el que escribo es un presente ilusorio. Un estar sin razón.
También ayer, cuando sucedieron todas las cosas que escribo hoy, me corte el pelo. La peluquería de la vuelta del trabajo. Buscaba a E que me había atendido para el casamiento de J. Pero me contaron que se puso una peluquería en la Ferrere. Todo esto lo cuento para que alguien me lea. O, por lo menos, para saber la fecha de corte de pelo. Para saber cuánto tarda en crecer. Si es que de verdad seguirá creciendo. Algunas zonas, claro que no.



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