Eran de tres metros.

Ya está, ahora que están instaladas y funcionando nadie va a decir nada. Pero que Lunes que tuvimos. Vino I a colocarlas porque con la electricidad no ando bien. Me he dado cuenta, de que no sigo los mandatos sociales de un ser autosuficiente. No lavo, no plancho, no barro, casi que no lavo los platos, no le cambio las sabanas a la cama, no saco la basura. Eso si, riego las plantas y, a veces, tal vez, le pongo lavandina al inodoro. 

Este boletín de descarga nada tiene que ver con cambiar las cosas. Me he dando cuenta de que odio mis dientes porque no dependen de mi. Digo, no como nada de golosinas aunque me ataca la fiebre del chocolate. Me apareció una carie que casi no se ve, pero que me molesta saber que está ahí. Y siempre aparecen. Como T que acaso fue la única lectora de este barco sin rumbo. Odio las analogías con el mar, solo porque amo el mar y no estoy cerca de el. 

Mientras tanto me di cuenta de que me olvidé de comprar zuccini, que tengo que volver a bajar. Que necesito contarle a un otro, cibernauta, esto que ya te conté. Que vino I a casa e instaló una luces. Que el riel tenía que haber sido de tres metros. Que tenía haber comprado un rectángulo. Que ¿qué va hacer de tu vida?.