Dicen que hacer cosas, mantenerse en actividad, tener la “agenda completa”, ayuda a no pensar. A no reflexionar, a hacer “filosofía barata”. Son casi cinco meses, y contando, en que mi cerebro esta en mayor actividad que mi cuerpo. Solo veo imágenes pasadas, recontra pisadas, que vuelven. Sólo para la desconcentración, para la ilusión, para la decepción. Puedo pasar días tirado en la cama recreando situaciones, acomodado piezas. Algunos de mis mejores sueños son los que aquellos momentos en los que se produce un cambio, sucede lo que yo mas quiero, lo que deseo. Tan bien me queda eso de que uno se da cuenta lo que tiene cuando lo pierde.
Es un habito que esta consumiendo lo mejor que me queda en mi. En la agenda anoto cada vez que la veo, cada conversación, cada mirada, cada gesto. Anoto también las esporádicas charlas por el msn. En mi agenda escribo de todo, de todos pero fundamentalmente de ella. Me digo a mi mismo, debes olvidarla. Pero no es una tarea menor. Hay ciertas cosas que quiero recordar pero no se por que las olvide. Ciertas otras las quiero borrar para siempre, almacenarlas en mi inconsciente para que no salgan nunca más a la luz. Pero, ¿cómo funciona? ¿Quién tiene la formula? Estuve pensado, lo único que hago es eso, sobre el dispositivo “olvidadizo”. Algo tiene que ver en que no pueda borrarla, lo peor es que nunca le podré decir sobre mi adicción. Acerca de que la estoy buscando. Soy algo así como reservado, a veces extremo.
3 comentarios:
Mientras su adicción no sea la heroína... no veo porque no pueda decirlo...
saludos del gordo morcilla
tus ejemplos de oximoron y sinécdoque me causaron mucha gracia...
contale sobre tu adicción y contamelo a mi tambien! me dio intriga
Been there. Done this.
Sorry, fella.
Me gustaría acercarte una solución, pero... podemos pactar que el primero que consiga quitarse la cadena le cuenta al otro cómo hizo...
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