Puntology. Una de arena. Varias de cales.

Hace varios días, semanas, que la televisión no se me conectaba al wifi. Dicho desperfecto, fue protagonista de conversaciones. Y, actora principal, de mis fustraciones. Intente varias soluciónes que había sacado de google pero nada servía. Y justo ayer, que me dicidi a volver hacer un poco de flexiones, sucedió lo inesperado. Fui a la tv resignado, sabiendo lo peor, preparando el cel para ver la clase de 15 minutos de yoga. Sin embargo, lo que venia siendo ya no fue. Sin ninguna lógica, aparecieron las redes wifi para conectarse en la configuración de la televisión. Pude entrar a youtube. Puse la clase de yoga. Y no la hice. Desde ese momento, todas fueron de cal. La tarde empezo a caer y yo con ella. 
La cal más grande fue enterarme de que tengo cero puntos en el licencia de conducir. Eso quiere decir que no estoy habilitado para conducir. De hecho, tengo que hacer todo el examen de nuevo. Es verdad que tuve algunas multas que no pague. Y algunas citaciones con el juez de infracción que no fui. Pero de ahí a suspenderme por tiempo indeterminado, me parece mucho. Siento que me pasa por buen tipo. Y por bolud,o ya que podría haber hecho algo y no hice nada. Ahora explotó y ya no hay soluciones mágicas. No puedo negar que es un poco como vivo. Este es un ejemplo más de como la inactividad tiene efectos. Al parecer, no aprendi nada de mi años dorados jugando al fúbol de defensor. Lo más importante en esa posición es anticipar al rival sino “te come”, como la vida misma.
Otra secuencia archivada en la etiqueta de cal fue la rotura de la cerradura del edificio. Esta vez no fue mi cupla. No directamente. Pero fue en la misma semana en la que las cales le ganan a las arenas. Entonces, hay algo de esa energía negativa que bajo los cincos pisos y se concentro en la cerradura. Por suerte, el consorcio se ocupó del tema. Yo solo intente no salir. La cerradura andaba del lado de adentro, pero no del lado de afuera. La salieda era gratis. La entrada, que Dios te ayude. Entre los porteros y vecinos se encargaron de no dejar a nadie afuera. Imagino, que en otras épocas, sin celulares las cosa hubieses sido diferente. Todo fue más fácil. Esto del celular es una obviedad, Pero me da pie de algo que me pasó hoy. Quise salir si el telefóno ya que era sólo un paseo corto. No pude no llevarlo. Planeaba comprar algo y tengo el debito en la cuenta de mercado pago. La depenencia es total. A veces, necesaria. A Veces, supreflua.
Retomando las roturas, queda la última cal. La protagonista fue la gata. El culpable yo. Porque estallido de la botella de vidrio fue un incidente, no un accidente. La botella que usaba para cargar auga, El objeto en si no tenía, ni tiene ningun valor. Era una botellega generica de salsa de tomate que puedo conseguir fácilmente. El hecho está que justo paso en la semana en la que la energía se tornó oscura. En la que “todo lo que toco lo rompo”. Asi que por hoy, dejamos acá. Desamoe suerte para que la próxima semana sea diferente. Por favor, tiener que serlo.

Elevador  __  2024.04.13



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