Me preguntaba de qué servian los productos que ponen al lado de las cajas del supermercado. Estrategia de marketing para que mientras esperes te tientes con alguna golosina que no queres pero pronto empezas a desar por un efecto adictivo de contaminación visual. Pero me salvaron y el culpable fue el changito. En está época de carritos de tela con onda para la señora, de bolsas reutilizables y de cobro por bolsas comunes, en el super no dan abasto los changuitos. ¿A dónde fueron a parar?. Y eso que no había tanta gente y ni un chango a la vista. Me resigne, eran solo cuatro cervezas y una bolsa de carbón. Y eso que soy medio torpe, casi no llego a la caja porque no me daban las manos. Ahí no más, en la cola apoyo las botellas en el piso porque el equilibrio no es mi fuerte. Mientras chusmeaba los productos que se llevaba el cliente que estaba delante mío, los vi. Si, por estar apurado o, mejor dicho, por no tener mas manos no pude pasar por la zona de snacks. Y las estanteriaa que están al lado de la caja me salvo. Justo lo que andaba necesitando. Me sentí orgulloso de mi mismo, por ganarle al changuito y comprar todo lo necesario. Igual es raro ir al supermercado, sea como fuere, no es que prefiera el mini mercado oriental pero "el chino te salva las papas".