Pense mucho en este día, (Día 6 después del anuncio)

porque era el primer día laboral después del finde los feriados. Sabía que J laburaba. Como siempre. Su situación no cambio en nada. Creo que algo dije al repecto. Pero no sólo ella. Mucho de mis amigos, también empezaban sus experiencia del modo de trabajo de moda: home office. Para varios, sus primeros pasos. No sé cuánto habran laburado. Pero la idea de sentirme inutil me carcomia la cabeza. Para consuelo, este sentimiento no es nuevo. Así que este encierro obligado no me trae nada nuevo, por ahora. 
La mañana fue lo mejor. Esta corto de mierda, me hizo sentir bien. Tan mal no estoy, me dije a mi mismo. Nunca entendí si era de verdad o no. Pero no fue consumo ironico. Lo vi. Lo comparto sólo por acá. Y listo. No me cago de la risa. Porque si bien es un sin sentido, por algo hay que empezar. Después ves si servos para hacer eso o lo otro. Por si no te quedo claro. Cualquier comunicador que utiliza el consumo ironico como su material, no son de mi agrado.
Me hice un par de ejercicio de ingles y, de a poco, todo se fue apagando. Tuve algunas ideas para esta entrada, pero quedaron en el aire. Empece a abrir pestañas sin mucho sentido. A escuchar musica sin ganas. A leer distraidemente. Hasta que me tope con esta nota. Esta lectura fue acertada, perpicaz y astuta. Después fue todo en picada. Dormí casi igual que C. Me tire en la cama tipo 11 y monedas. Y a pesar de tener algunas interrupciones, estuve en la cama hasta las 16.  Ahora estoy un poco mejor. Me bañe. Ya son casi las nueve. Estoy en el balcon esperando los aplausos y que el vecino ponga el himno. Hoy tampoco voy a aplaudir. A ver cuándo cantamos todos los vecinos un tema.

No hay comentarios: