J un día dijo que el videoclub había resistido esa época en la que Internet penetro en los consumidores cambiando radicalmente el uso de ver películas. Muchos videoclub quebraron. Los nuevos farmacitys, antes mega locales de Blockbuster son un claro ejemplo del apogeo y caída del negocio de alquilar películas.
Pero volvamos al videoclub que esta cerca de la Plaza Irlanda. Se tuvo que reinventar sin cambiar su estructura central. Ahora vende muñequitos y demás objetos de animación. Pero si le pedís un clásico, lo tiene. Hoy me lleve El último tango en parís por 20 pesos a entregar dentro de cinco días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario